Derek Wedge, debutante en el circuito mundial el año pasado, lograba este
sábado la primera victoria de su carrera tras una emocionante final
disputada en un rapidísimo trazado de 340 metros de recorrido y con una
caída de 70 metros en la salida, el más corto y rápido de los 13 años de
historia del Red Bull Crashed Ice.
Con este triunfo, el patinador suizo
supera al americano Cameron Naasz en la segunda posición de la
clasificación general de la temporada.
Wedge, nacido en Boston,
se mudó con su familia a Suiza en donde trabaja como profesor de esquí
de freestyle. “Ha sido una carrera de locos”, aseguraba el suizo. “Iba
segundo y, de repente, me vi cruzando la meta en primera posición. No me
lo podía creer”.
La gran decepción de la carrera fue la
pronta eliminación del canadiense y actual líder del Mundial, Kyle
Croxall, que no pudo ni siquiera clasificarse para las finales y que
terminó en un modesto 73º puesto.
Lausana (Suiza), el próximo 2
de marzo, y el habitual fin de fiesta en la ciudad de Quebec (Canadá), a
finales de mes, son las dos citas que restan para finalizar el
campeonato.
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